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Por: Elena Galante Marcos*
Según datos de la UNESCO, tan apenas el 28% de las personas investigadoras científicas en el mundo son mujeres, el 35% de los estudiantes matriculados en las carreras universitarias vinculadas a las STEM (acrónimo de los términos ingleses Science, Technology, Engineering y Mathematics -Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas-) son mujeres y este porcentaje cae al 8% en carreras de ingeniería y al 3% en carreras relacionadas con tecnologías de la información.
Cuando esta información se comparte en foros sociales o familiares no especializados, muchas veces escuchamos argumentos relacionados con la libertad de elección y los gustos de las personas. Suponemos que las mujeres, al igual que los hombres, estudian lo que libremente escogen.
¿Por qué deberíamos de incentivar que las mujeres estudien carreras STEM? ¿Por qué es importante aumentar el número de mujeres informáticas, científicas, matemáticas o ingenieras?
La tecnología se ha colado e integrado en todos nuestros ecosistemas sociales, económicos, productivos, sanitarios y personales. No podemos imaginar nuestra vida sin tecnología y nuestro futuro más cercano está marcado por los avances tecnológicos emergentes en campos que incluyen términos como robótica, inteligencia artificial, nanotecnología, biotecnología, Internet de las cosas, impresión 3D o vehículos autónomos.
A medida que la tecnología y la digitalización se abren camino y se integran en nuestros sistemas, aumenta la relevancia de las áreas del conocimiento STEM.
Esto implica nuevas oportunidades de negocio y empleo, nuevas actividades económicas y nuevas formas de trabajo; y por ello, las carreras basadas en estudios científicos, de ingeniería, en las matemáticas o tecnológicas en general han aumentado su usabilidad y demanda.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) apunta que, para 2030, el 80% de las oportunidades laborales del presente desaparecerán y serán reemplazadas por perfiles que cuenten con una capacitación en áreas STEM. Y según el estudio The Future of Jobs Report 2020, del Foro Económico Mundial, la automatización creará 97 millones de nuevos empleos relacionados principalmente con la inteligencia artificial y el Big Data. De hecho, cada día surgen nuevos puestos de trabajo asociados a las disciplinas STEM, que responden a las nuevas necesidades creadas tanto por el tejido productivo como por la sociedad en su conjunto.
Si no se aumenta el número de mujeres con formación en STEM, sus posibilidades de empleo se reducirán y muchas de ellas quedarán excluidas del futuro mercado laboral.
Por ello, es necesario asegurar un igual acceso a la educación y a las tecnologías desde edades tempranas, desarrollar estrategias desde los sistemas educativos y empresariales y desarrollar alianzas entre los sectores públicos y privados, para ofrecer alternativas que potencien que más mujeres y niñas accedan a formarse en estas áreas.
Para cerrar la brecha
Algunas buenas prácticas que están desarrollando actualmente las empresas para contribuir a cerrar la brecha STEM entre hombres y mujeres y asegurar la igualdad de oportunidades son:
- Patrocinio de programas dedicados a educar a las mujeres en STEM. El 64% de las empresas líderes del Índice Bloomberg de Igualdad de Género (GEI) lo hace.
- Alianzas con asociaciones, centros de estudios y programas de desarrollo profesional en áreas STEM para la formación de mujeres y niñas y el fortalecimiento de capacidades de sus empleadas mujeres.
- Desarrollo de ¨Semilleros STEM¨ en la empresa, identificando mujeres con alguna formación STEM o interés por desarrollarlo, a las que se les facilita training, formación y acompañamiento para avanzar en su formación.
- Apoyo a empleados para el acceso de sus hijas mujeres a campamentos STEM en verano.
- Programa pasantías STEM con escuelas de secundaria para la formación de niñas.
- Participación en conferencias y eventos externos que visibilicen a mujeres profesionales en los campos STEM.
- Premios a la excelencia académica para mujeres en carreras STEM.
- Reconocer y visibilizar el inmenso legado de la mujer en el campo del STEM a través de actos, publicaciones y eventos internos o externos.
No debemos olvidar que los equipos diversos son más eficientes, productivos y creativos. La brecha de género en ciencia, tecnología e innovación trae como consecuencias la pérdida de talento, la falta de aprovechamiento de nuevos descubrimientos y soluciones.
Las carreras vinculadas con las STEM constituyen los empleos del futuro, y parte de los esfuerzos que desarrollemos como sociedad, desde la academia y la empresa, podrán facilitar el empoderamiento de las mujeres y las niñas, fomentar su liderazgo en estos ámbitos y nutrir a nuestra sociedad y sistemas productivos de más riqueza y conocimiento.
*Asesora en Sostenibilidad y gestión de la Responsabilidad Corporativa.